Los de acá y los de allá

Cómo ya he comentado antes, uno de los temas que más nos afecta a todos al momento de emigrar es la relación con la familia. El sentimiento siempre es mutuo entre los que nos vamos y los que deciden quedarse. A pesar de todo lo que se puede escribir del asunto, nunca es fácil vivirlo en carne propia. Muchas cosas limitan la comunicación y propician un alejamiento más acentuado que el que se vive con una simple independencia personal. Bien sea por la necesidad de dedicar el tiempo suficiente a el día a día, el proceso de adaptación o por factores geográficos como el huso horario, la comunicación con todos aquellos que son importantes para nosotros y para quienes somos importantes pasa de ser una necesidad a un deber que consume tiempo.

Lo cierto es que a más de un año de habernos ido la situación aun es difícil. A pesar de estar en el mismo lado del mundo, la comunicación es limitada y la posibilidad de reencuentro es remota, considerado los costos que acarrean. Ahora toca pensar cómo será el asunto cuando lleguemos a Australia y se disparan todas las alarmas. Es una situación en la que hemos caído todos los que estamos aquí y los que están allá. Porque desafortunadamente ahora el mundo que tenemos lo debemos simplificar en ese contexto. Facebook, email, twitter, skype, etc. Muchas herramientas para mantenernos en contacto o por lo menos presentes, cómo un ánima en pena. Pero aun así, no es suficiente. No están con nosotros quienes nos apoyan en nuestros momentos difíciles ni aquellos con quienes compartimos las alegrías, logros, chistes anécdotas, salidas, etc. Nuestra familia, seguirá siendo nuestra familia, nuestros amigos quizás también estén por un tiempo, pero ya nada es lo mismo ni lo será. 

La distancia es la distancia, sea en el país de al lado o en la otra mitad del planeta. No importa a dónde te vayas. Lo único que cambia es el costo del pasaje, tiempo de vuelo y hasta cierto punto la frecuencia con la que se puede viajar. Del resto, seguiremos siendo los que estamos acá, mientras que los que se quedaron o se fueron para otra parte serán los que están allá. Toca dedicar tiempo a mantener viva las relaciones y eso dependerá de la importancia que le damos a quines dejamos atrás. Cómo dije antes, es un trabajo arduo y un deber necesario, ya que somos lo que somos gracias a quienes han influenciado nuestras vidas y necesitamos el contacto para mantener eso de nuestra personalidad que nos identifica, nuestra cultura, forma de ser. No es fácil con +1:30 de diferencia, menos lo será con +14:00 horas de diferencia. 

Tuvimos la esperanza de vernos en México, con quien sea de la famailia. Nunca se pudo, el tiempo, trabajo, boletos, etc. Todos factores que influenciaron. Ahora todos sacamos cuentas desde Australia y los números asustan.  Sólo basta ver un globo terráqueo, con Australia de frente, para ver que Sur America no se ve por ningún lado. No será fácil, pero una vez logremos establecernos entre nuestras prioridades está mantener un buen nivel de contacto con la familia y los amigos. Esperamos que nos visiten y poder visitarlos, pero no será igual, porque la distancia afecta en menor o mayor grado sin importar qué tan grande es.