lunes, 23 de julio de 2012

Evaluando los riesgos



Sé que de esto ya he hablado antes, pero en las últimas semanas ha surgido una tendencia, en diferentes blogs y foros, en los cuales participo, en la cual se pone en  la palestra el tema de migración y las consecuencias de la misma. Los riesgos de migrar existen y varían, según cada caso, por lo que es muy difícil generalizar conceptos y situaciones. Sin embargo, algo que es ineludible al momento de migrar, es establecerse las expectativas, metas a corto y mediano plazo, y sobretodo tener en mente planes de acción, para cuando las cosas no estén por el camino originalmente trazado.  Nada de esto es garantía de éxito, pero sin duda será determinante para disminuir la probabilidad de que las cosas salgan mal. No es planteearse la posibilidad de fracasar, pero si de que las cosas se pongan más difíciles de lo que uno espera y para eso hay que estar preparado.

Mi venida para México no fue fácil, aunque tenía una ventaja que fue de mucha ayuda para facilitar la transición, la cual era llegar con un trabajo estable y tener una empresa que me respaldara durante este período. Sin embargo, el proceso implica un cambio muy radical, donde de un momento a otro, muchas cosas, que eran cotidianas, quedan fuera del panorama y uno debe enfrentarse a una gran cantidad de cosas nuevas, que van desde la forma de expresarse hasta la forma en que se manejan diferentes servicios. Ahora imagino pasar por ese proceso de nuevo, con dos factores que lo dificultarán un poco más. Primero, el hecho de llegar sin trabajo y con una reserva limitada, añade un poco de estrés a una situación, que de por si es muy compleja. Adicionalmente, está el tema del idioma, que si bien es cierto que uno, en teoría lo domina, también es cierto que habrán muchas situaciones cotidianas, donde este se convertirá en una limitante.

Ahora, cabe preguntarse ¿Cuál es la mejor manera de prepararse para este cambio? Y sinceramente les digo, no creo que exista una mejor forma de hacerlo. Podemos prepararnos sólo para el momento de llegar, que es uno de los pasos más difíciles, pero de allí en adelante todo estará condicionado a una gran cantidad de factores, que uno desconoce hasta estar en el terreno. Al llegar estoy claro de trámites que debo hacer, dónde hacerlos y cuales son los requisitos. Hasta aquí, todo bien. Después de hacer los trámites iniciales, debo buscar donde vivir, para lo cual ya hice un estudio de precios, áreas y el sistema de transporte. Seguimos bien. Luego, empiezo a buscar empleo. Conozco el formato del CV, coverletter y demás documentos. Ya sé que mucho se maneja por organizaciones de Head Hunters, sé del proceso de entrevista y he leído mucho de cómo son las entrevistas etc. ¿Y ahora qué?

Y es aquí mis amigos dónde se tranca el serrucho ¿Qué pasa si quedamos en este punto y de aquí, no avanzamos? ¿Cual es el plan B? ¿Por qué pasó esto? Muchas preguntas hay que hacerse para entender este fenómeno. Primero, para aquellos que crean que uno es pesimista, les explico que a uno cuando lo forman en ingeniería, uno aprende la diferencia de lo que está en el papel vs el mundo real. A esto, hay que sumarle que para un buen diseño uno siempre debe entender los riesgos, evaluarlos y estar conciente de que siempre puede ocurrir algo fuera de lo previsto, por lo que siempre existe un margen de fallo. Ahora voy a extrapolar esta forma de ver las cosas a mi proceso migratorio y tengo un panorama más claro de cómo nos debemos preparar cuando el plan inicial no funcione como esperamos. De aquí surge el plan B y demás planes de acción a corto y mediano plazo. ¿Es infalible este método? Por su puesto que no. ¿Es la mejor forma de hacerlo? Es la forma en que Val y yo decidimos hacerlo, por lo que les diré en unos meses si nos funcionó o no.

Visto lo anterior, ahora puedo escribir mis expectativas, metas y planes de acción. Abajo un pequeño resumen de la forma en que tenemos pensado hacer las cosas. Si ven algo que se pueda mejorar, le damos la bienvenida al comentario.

Búsqueda de trabajo

Expectativas: Luego de hacer varias búsquedas he notado que el área que domino no tiene mucha demanda en Australia. Algunas oportunidades han surgido, pero aun a cuentagotas, por lo que veo poco probable conseguir algo similar a lo que hago actualmente.

Metas a corto plazo: Debido a la poca demanda, es posible que el plazo de busqueda sea muy extenso, por lo que debo establecerme un período corto de busqueda antes de considerar una nueva área de búsqueda. El tiempo estimado para buscar trabajo en mi área es lo que resta de 2012.

Plan B: En caso de que no se dé ninguna oportunidad, empezaré a buscar cualquier cosa, para mantenernos a flote día a día, tratando de hacer énfasis en el sector tecnológico que domino.

Metas a mediano plazo: Es inevitable la  necesidad de adaptarse al mercado, por lo que a corto plazo debo iniciar mi preparación con algunos cursos, para obtener certificados que me permitan a mediano plazo orientar mi carrera hacia un sector que tenga más demanda, con expectativas de crecimiento dentro de Australia.

Vivienda

Expectativa: Nuestra expectativa es poder estar en un departamento de por lo menos 2 habitaciones, 2 baños y con una ubicación que nos permita a Val y a mi, tener un acceso fácil a nuestros empleos.

Meta a corto plazo: El dinero es importante a corto plazo, por lo que establecimos un límite máximo de 300 dólares por semana en alquiler. Sacrificamos tamaño por ubicación. Hemos discutido mucho el tema del costo y sin duda una habitación puede salir a mitad de precio, pero aun no estamos dispuestos a sacrificar un poquito de privacidad.

Plan B: De hacerse la situación difícil, sacrificamos la privacidad y en última instancia la ubicación, para bajar los precios de alquiler.

Meta a mediano plazo: Poder mudarnos a un inmueble mejor, subiendo el máximo de la renta a 450 dólares por semana. Comenzar a comprar los peroles que usaremos en el día a día.

Transporte

Expectativas: Poder tener capacidad de comprar un carro al año de comenzar a trabajar.

Metas a corto plazo: Hacer uso del trasporte público (trenes, autobuses) en la medida de lo posible. Usar un Taxi sólo si es necesario.

Metas a mediano plazo: Poder adquirir un vehículo propio, de poco consumo de gasolina.

Plan B: Alquilar un carro cuando se requiera o usar taxi.



Esto es con lo que esperamos iniciar. La comida, la mantendremos básica mientras llega el trabajo. Salud, con medicare hasta estabilizarnos. Y los ahorros, llevarlos a una banda de seguridad, que nos permita tener tranquilidad en los tiempos difíciles. De aquí en adelante la actitud hacia la situación, la adaptabilidad y en cierto grado, la suerte, juegan un papel determinante para el éxito del cambio. Tanto sacrificio no será en vano y esperamos lograr adaptarnos en el menor tiempo posible e ir construyendo nuestra nueva vida. El riesgo existe, pero si vamos es porque estamos listos para afrontarlo y superarlo.   

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