Luego de hacer más de 5 horas de vuelo, gracias a la escala que tuve que hacer en el imperio mismo, por la quiebra de mexicana de aviación, llegué a tierras mexicanas a finales de junio del 2011.
Mis primeras impresiones fueron muy agradables. Lo primero que uno nota es que la ciudad es enorme. Desde que el avión empieza a maniobrar para aterrizar uno puede observar lo extenso de la ciudad. La terminal tampoco se queda atrás. Es muy grande y bastante moderna. Tiene hasta un tren ligero para interconectar las terminales T1 y T2 (El gobierno bolivariano inauguro con orgullo un pasillo que conecta el terminal nacional y el internacional... que diferencia... ). El servicio de migración es ágil y el de aduana depende de la suerte. Le das a un botón al llegar al punto de inspección. Si te sale la luz verde, sigues tu camino como si nada, en cambio, si obtienes luz roja, hagasé a un lado para que le revisen las maletas. Yo llegaba con 3 Maletas y full de todo así que mejor que no me tocara rojo.
Luego me toco pedir un taxi. En el aeropuerto de México se debe pagar por anticipación en una de las tantas taquillas de servicios de taxi y luego una unidad, de alguna de las líneas, te lleva a tu destino, solo con mostrarle el recibo que te entregaron (Este sistema sin duda es más seguro y debería implementarse en Maiquetía). Lo cierto es que llegué de noche y estaba medio lloviendo, pero pude apreciar algo la ciudad. Lo que más me sorprendía era el movimiento que había en la ciudad, una señal de que la economía es muy activa en estas tierras.
La personalidad del mexicano, a rasgos generales, es ser muy cortez y atento. Tienen mucho respeto al dirigirse a la persona, aunque, como en todas partes, una vez agarren confianza el trato cambia y es un poco más jodedor. A mi me comenzaron a tratar por usted, luego me decían "el pana", de allí a "que onda wey!!" y ahora con confianza nos saludamos de "cabrones". Como decimos en Venezuela, "La confianza da asco". En general son muy agradables y tienen algunas formas de expresarse que los hace muy carácterísticos, como cuando no te entienden bien, no dicen perdón, tampoco ¿cómo? y mucho menos ¿ah? (SUAAAAAAAAAZ!!!!!!!!! Para los que escuchen a "De Nuevo en la Mañana)... nada de eso. Tooooodos, sin distinción de género, religion o clase social (bueno... casi) te van a responder muy cortezmente "mande..."
En cuanto al tema de la contaminación, si que la hay y se siente. A mi me da una piquiña en la garganta de vez en cuando. Si transito por avenidas muy grandes me puede provocar una tos incontrolable, que me puede durar un buen rato. A eso hay que sumarle el clima de la ciudad. Tiene días en que varía mucho la temperaturas. Hay días que ha amanecido en 0 °C (Si, en la noche pega tremendo frío) y en el día llega a los 25 °C. Esto no lo hace fácil, porque salir sin abrigarse en la mañana es suicidio y al medio día todo el exceso fastidia por el calor.
La infraestructura vial es impresionante. Tiene pocas autopistsa, pero una gran cantida de corredores viales, que tienen de 6 a 8 canales, en un mismo sentido o can uno que otro canal en cotraflujo para transporte publico. Esto permite mover una gran cantidad de vehículos y aunque hay congestión, aquí nadie ha visto algo como Altamira, un viernes de quincena con un palo de agua a la hora pico. Así que siempre les digo a los manitos "que no se quejen, las hay más feas".

Seguiré contando las anegdotas de mi paso temporal por tierras azatecas, hasta que podamos avanzar en el tema que da vida a este Blog.
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