sábado, 18 de febrero de 2012

El círculo vicioso.



Sé que las comparaciones suelen ser odiosas, pero considerando que me ha tocado ser parte de un proceso migratorio, y que tengo otro en curso, creo que del primero puedo aprender mucho para lo que se viene. No digo que sea exactamente igual, pero de que algunos escenarios se van a repetir, eso es seguro. En el caso de México, debía luchar contra un círculo vicioso en el proceso de reubicación. Mi empresa me pedía una cuenta bancaria para el proceso de contratación, el banco me pedía una dirección fija, para abrir mi cuenta bancaria mientras que cualquiera que me alquilara, me pedía un adelanto transferido desde un banco en México… Podrán imaginar la cantidad de mentadas que lancé por esos días.

Quizás lo primero por lo que uno debe preocuparse, cuando llega a un nuevo país, es resolver el tema de dónde vivir ¿Dónde me debo ubicar? ¿Cuál es la mejor zona? ¿Qué condiciones me favorecen? y sobre todo ¿Cuánto me cuesta esto? muchas preguntas que responder, con la presión del tiempo encima, ya que una ubicación temporal en un hotel o algo parecido genera muchos gastos, incomodidades y desafíos. Adicionalmente, en mi caso particular, retrasaba el inicio de mis labores en una nueva empresa y por ende ingresos económicos que eran urgentes.

Con México tenía una ventaja y una desventaja. La ventaja fue que llegué con una oferta laboral y por tal motivo, tenía un ingreso asegurado al corto plazo, aunado a que conocía la ubicación de donde trabajaría. La desventaja, es que todo corría por mi cuenta hasta ser contratado (hotel, traslado etc.). Una vez finalizado el proceso de contratación, podría aplicar al reembolso de mis gastos entre otros beneficios de mi oferta. Por tanto, debía pagar todo con mis $2500 de cupo de TC y algo de efectivo que reuní, ya que la aprobación del efectivo llegó a tiempo, más no así la del banco central, así que me fregó el cadivi otra vez.

Tener que aceptar vivir en la ciudad latinoamericana más grande y al decir ciudad latinoamericana, me refiero más que a la ubicación a las características,  donde existen transiciones de modernidad entre extensos segmentos de pobreza extrema, dificulta más este proceso de búsqueda. Es decir, la diferencia de estar en una zona que es peligrosa y una que no lo es, puede ser algo tan sencillo como estar a uno u otro lado de una avenida. Ver la ciudad en el mapa, así sea google, con su google view, sólo da una idea del contexto general de los alrededores y no detalla las cosas que pueden diferenciar el estar mal o bien ubicado. Por ejemplo ¿Por dónde van las líneas de autobuses?¿Dónde están las oficinas de servicios públicos?¿Es seguro de noche?¿Hay muchos buhoneros? Todos estos temas sólo los podemos saber cuando hemos recorrido el lugar.

Lo primero que te recomiendan son las zonas dónde están ubicados otros extranjeros. Sin embargo, estas zonas carecen de buen transporte público (ya que asumen que los extranjeros ganan mucho más) y el valor de los alquileres es mayor al que uno encuentra en otras zonas. Quizás pudo ser una opción, pero viniendo de Venezuela, dónde no se puede sacar mucho, estoy prácticamente empezando de cero y pensando que pronto debo volver a hacerlo, una vez emigre a Australia, así que hay que apretarse el pantalón y hacer sacrificios. Teniendo 3 semanas de hotel, reembolsables por mi empleador, me dio tiempo a recorrer la ciudad, sus urbanizaciones (Aca les dicen colonias) y conocer en mayor detalle todo el rollo en el que me había metido.

Para hacer mi búsqueda estuve empleando 2 métodos. El primero fue el tradicional, llamando a varios agentes inmobiliario y pidiéndoles que me buscaran un apartamento que ofreciera acceso a transporte, mercado y por debajo de cierto precio, dentro de un rango de cinco cuadras. El segundo método, buscar todos los anuncios en internet que me fuera posible. El último método demostró ser más efectivo que el primero, ya que no importa si hablamos el mismo idioma, no lograba comunicar, transmitir o de alguna forma hacerles llegar o entender mis exigencias. Siempre me buscaban sitios apartados, muy caros y sin ningún mercado o nada cerca. Si esto es en español ¿cómo será en un país anglo parlante? Con internet medio podía ubicar las viviendas (no dan direcciones exactas, sólo referencias) y llamaba, preguntaba referencias y con google maps podía ver algo. Luego me aventuraba, veía los alrededores y a negociar.

Después de mucho buscar, y de rendirme ante la incapacidad manifiesta de todos los agentes inmobiliarios que me recomendaron y que sólo se limitaron a verme la cara de bolsa, para tratar de venderme lo impresentable (hubo una que me llevó a uno que costaba unos $850 mensuales, en un quinto piso y sin ascensor, 20 cuadras de un metro y como para una familia de 10…) porfín conseguí un lugar que cumplía con todo lo necesario. El mercado, cruzando la calle una de loas cadenas de hipermercados establecidas aca. El transporte, una estación de metro que eventualmente me permite 2 o 3 opciones para llegar a mi trabajo, en un tiempo aceptable aunado a una pequeña terminal de autobuses. Y finalmente el costo, muy por debajo de todos los que me habían ofrecido los agentes imobiliarios.

Sólo me quedaba romper el círculo vicioso. Para ello logré negociar con la dueña que me diera un comprobante de domicilio, como referencia para abrir la cuenta bancaria, una vez firmado el documento de alquiler. Le hablé de mi situación y cómo sería el proceso para pagarle, la cual aceptó. Para mi suerte, tenía uno consigo y me lo entregó sin problemas. Con eso, pude abrir mi cuenta bancaria, sin problemas, hacer la transferencia de mis pocos ahorros que estaban destinados al proceso migratorio de Australia. Hice el pago que me correspondía y debo decir que estuve en la raya. Ya tenía donde vivir… sólo me tenía que mudar. Lo hice un día antes de las tres semanas, ya que lo de cadivi se me había acabado y debía vivr de mis ahorros. Es una situación desagradable, sentirse casi en la calles, pero por fin lo conseguí luego de casi 3 semana, ya tenía un nuevo lugar para vivir.

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