Recientemente, pude ver un post, en un foro
de migraciones a Australia, a una persona que relató su mala experiencia en el
proceso de migrar a este país. Sin duda, es el peor escenario al que uno puede
enfrentarse cuando decide irse a tierras lejanas ¿Pero que fue lo que le pasó? Simplemente
no ha podido conseguir trabajo. Ha percibido prejuicios por ser latino, no ha conseguido
ayuda de nadie y finalmente, siente que fue engañado por el agente migratorio
que le prometió el cielo y la tierra prometida, que aun no ha conseguido.
Seamos honestos, emigrar no es fácil por muchas
razones. Quizás una de la que más nos impacta a los latinos es el cambio de
idioma, de expresarnos, de decir las cosas. No es lo mismo una entrevista en
una empresa en tu tierra natal, que en una tierra extranjera, con otro idioma y
otra forma de ver las cosas. Esto es un riesgo potencial que pondrá a prueba
nuestra capacidad de adaptación. Nuestra forma de presentar nuestro CV también
es diferente. Por lo menos en Venezuela se acostumbra a colocar todo lo que
posiblemente puedes hacer, sin determinar el nivel de destreza que tienes en
cada una. Este enfoque de “todero” difiere de la visión práctica anglosajona. En
los países más desarrollados la tendencia es a buscar un especialista, en lo
que se necesite. Es por ello que el CV debe resaltar las cualidades que se
buscan en una persona.
Esta persona también habló sobre la preferencia
de los empleadores, según la raza. Asegura que los latinos estamos al final de
las cadenas de preferencias. Cabe preguntarse ¿Puede haber discriminación en
Australia? Por su puesto que si y no dudo que exista. Pero de allí a decir que
todo el mundo discrimina, es difícil de creer. Si ese fuera el caso, se cierra
el acceso de los latinos y listo. Entramos en una nueva tierra a competir por
un puesto de trabajo, con locales y otros emigrantes. No importa a que credo,
raza o religión pertenezcas. Lo importante es destacar tus habilidades y
destrezas. Quizás esa es una de las razones por las que he decidido irme a un
país como Australia. Siempre he odiado la famosa “palanca” que existe en
Venezuela para acceder a un buen puesto de trabajo. Ver personas sin capacidad
en un puesto, por el simple hecho de que conocen a alguien de mayor jerarquía
dentro de la empresa. De allí un popular dicho en Venezuela “El que sabe, sabe
y el que no, es jefe”
El otro punto que esgrimió, fue que en su
precaria situación, no pudo conseguir apoyo de nadie, incluso de sus
compatriotas, radicados en Australia. Aquí el tema es difícil de plantear como
un caso único de Australia, ya que este es un escenario que puedes vivir aun en
tu país y con tu familia. Los intereses personales, en la mayoría de los casos,
están por encima de los de otros. Basta recordar la película “En busca de la
felicidad” Donde a Will Smith le fue bien con sus amigos y esposa, hasta que el
dinero no le alcanzó. Todos le dieron la espalda y tuvo que afrontar una dura
realidad, de la cual finalmente pudo salir. La ayuda no es fácil de conseguir,
por muchas razones. Es un tema que amerita un post propio, pero que no podemos
resaltar como una posible causa de Fracaso. A Val le digo, que en esto estamos
ella y yo y nadie puede ayudarnos ahora. Debemos apoyarnos en las malas y en
las buenas y tener un colchón para los malos tiempos. Nunca quedar en cero, ya
que no sabemos si podremos contar con alguien.
Por último, indicó que la culpa de sus males es
de los Agentes Migratorios, porque le pintaron un mundo ideal y él ha tenido
las dificultades en conseguir esa imagen que le pintaron. Yo no creo que sea
cierto, ya que todo lo que compramos en la vida nos lo venden como algo
maravilloso e increíble ¿Acaso no hemos visto suficientes infomerciales? ¿Acaso
no hemos ocultado nuestros defectos en una entrevista o al salir con alguien? ¿Acaso
no hay cuñas de Venezuela, Colombia, Perú que muestran países fantásticos para
visitar, sin indicarle a uno los riesgos de ir a visitarlos? Son infinitos los
casos que se presentan día a día, donde se nos presenta un producto
maravilloso, sin que se indique los defectos. La visa que otorga el gobierno
Australiano y por la que te cobran los agentes migratorios, como gestores del
proceso, no es garantía de éxito. Es una herramienta más de un arsenal que cada
uno de nosotros debe preparar para lograr el cambio de forma exitosa.
No podemos culpar a nadie cuando las cosas no
nos salen. Sobre todo si nosotros tomamos la decisión de irnos de nuestro país
y aventurarnos. Debemos estar concientes de los riesgos de irse y tratar, en la
medida de lo posible, de conocer el terreno al que nos movemos, los costos de
las cosas, como funcionan y tener todo adecuado para una transición que evite
traumas cómo el que presentó el forista que mencioné al principio. Nadie está exento
de correr esta misma suerte, sin embargo, esta en cada uno, de los que tomamos
esta decisión, la posibilidad de salir adelante y tener el futuro que hemos
soñado. Sino, para que irse ¿verdad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario